El principal problema para dar respuesta a nuestro futuro laboral no se encuentra en la escasez de oportunidades del mercado, sino en la falta de conocimiento de nuestro propio potencial y de lo que realmente queremos conseguir. Me explicaré.
Si hablas con un Ingeniero de Caminos, un Arquitecto o un Geólogo te contarán la importancia de conocer el terreno sobre el que se va a construir antes de realizar el diseño de cualquier edificio o construcción.
En términos de empleo, si queremos construir un futuro laboral sólido, como si fuera un edificio, tenemos que conocer los cimientos sobre los que vamos a realizar la construcción. Dichos cimientos tienen que ver con lo que somos y valoramos, más que con lo que sabemos.
El colegio, la universidad o la propia sociedad nos han intentado convencer de que la base para el desarrollo de nuestra carrera profesional son los conocimientos que hemos adquirido y nuestra experiencia previa, pero la realidad es bien distinta.
Los cimientos sobre los que construir un futuro sólido están fundamentados en tres pilares principales:
Lo que se nos da bien, o lo que es lo mismo, nuestras competencias transferibles. Aquellas habilidades naturales con las que naces y que pueden ser utilizadas en multitud de actividades y/o trabajos.
Lo que nos mueve, o lo que es lo mismo, nuestros intereses personales y profesionales. Aquellas áreas de conocimiento que producen curiosidad en nosotros y aquellas actividades que nos “activan”.
Lo que valoramos de un trabajo, o lo que es lo mismo, el sueldo emocional que queremos recibir del trabajo que realicemos. La parte económica del sueldo solo tiene un impacto determinante en nuestro bienestar hasta que cubre nuestras necesidades básicas (alimentación, vivienda, ocio). A partir de ese punto el elemento clave tiene que ver con los “intangibles” que nos aporta el trabajo y que hace que cuando lleguemos a casa lo hagamos con una sonrisa pensando “¡y por esto me pagan!”.
Una vez que están definidos nuestros cimientos, tenemos que reflexionar sobre el tipo de trabajo que queremos construir, es decir, nuestro edificio. Dependiendo de cómo visualicemos nuestro trabajo ideal necesitaremos unos materiales u otros para la construcción.
Dichos “materiales” son los que tienen que ver con la formación, las experiencias y los contactos que tenemos que adquirir o desarrollar para poder dar respuesta a nuestra meta laboral.
Así que, antes de ponerte a diseñar tu futuro laboral identifica bien quién eres y cuales son tus verdaderos cimientos. A partir de ahí empieza a construir un sólido proyecto profesional. Esta es la manera en la que podrás dedicarte a aquello que te gusta y en lo que realmente eres bueno. Merece la pena el esfuerzo.