Aprende a reaccionar al futuro y saldrás ganando

¿Por qué no consigo salir de esta situación? ¿Por qué a mí no me aparecen oportunidades interesantes?

 
Estas son preguntas que nos solemos hacer cuando estamos viviendo una situación que no nos gusta, como la de encontrarnos sin trabajo o estar trabajando en el lugar equivocado.

 
La respuesta no es sencilla, pero podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que una parte de la culpa tiene que ver con nuestros hábitos. A veces, sin darnos cuenta, tenemos hábitos o costumbres que nos hacen perder grandes oportunidades.

 
Como nos cuenta Peter Bregman en su libro “18´. Encuentre su foco, controle las distracciones y consiga hacer lo realmente importante”, cuando nos encontramos en situaciones difíciles o negativas para nosotros, solemos tener reacciones similares que tienen como consecuencia resultados improductivos.

 

SITUACIÓN La-Era-de-los-Valientes-arrow REACCIÓN La-Era-de-los-Valientes-arrow RESULTADO

 
Esta simple concatenación de hechos dirige gran parte de nuestras acciones espontáneas. La parte más importante de la cadena, el resultado, es un daño colateral de nuestra reacción. No es premeditado. Reaccionamos a una situación y el resultado solamente es la repercusión. Pongamos un ejemplo.

 
Imagina que estás buscando un trabajo desde hace tiempo, aunque no sabes muy bien lo que más te gusta ni cómo conseguirlo. Vas a una reunión de trabajo porque un amigo que trabaja allí ha hablado muy bien de ti a su jefe. Tienes la esperanza de que te ofrezcan una oportunidad que te permita salir de la situación actual y trabajar en algo vinculado con lo que has estudiado.

 
Una vez en la reunión el entrevistador te plantea la posibilidad de realizar unas prácticas en la empresa en un área que no dominas. A tu mente viene de nuevo la idea de fracaso, no era lo que esperabas de esa reunión. Pones mala cara, se te nota, y empiezas a poner impedimentos a la propuesta. Finalmente tu entrevistador te despide con un apretón de manos y te dice que te tendrán en cuenta para otros procesos de selección pero que no eres el perfil que están buscando. A la salida del despacho vuelves a maldecir tu suerte, crees que nunca vas a conseguir trabajo.

 
Sin darte cuenta, has perdido una oportunidad de poder demostrar tu valía en una empresa en la que querías trabajar. Es verdad que el contrato era en prácticas y para empezar a trabajar en un área que no dominabas, pero es posible que fuese una oportunidad para después conseguir un contrato de mayor calidad.

 
Peter Bregman nos presenta en su libro una concatenación de hechos alternativa. Centrarnos en el resultado y elegir la reacción.

 

SITUACIÓN La-Era-de-los-Valientes-arrow RESULTADO La-Era-de-los-Valientes-arrow REACCIÓN

 
La nueva propuesta nos plantea un reto. Que cuando estemos enfrente de una situación, aunque sea adversa, nos tomemos un tiempo antes de reaccionar. Pregúntate, ¿Cuál es el resultado que quiero? Luego, en vez de reaccionar a la situación, reacciona al resultado. En otras palabras, deja de reaccionar al pasado y empieza a reaccionar al futuro.

 
Para poder reaccionar al futuro tenemos que saber con la máxima claridad posible qué futuro queremos para nosotros. Este es uno de los elementos claves, que nos cuesta más entender y trabajar. No nos han enseñado a visualizar nuestro futuro, responsabilizarnos sobre nuestros sueños y trabajar duro para que se conviertan en realidad.

 
Cuando al principio de los talleres les pregunto a los participantes. ¿Qué trabajo quieren para su futuro?, en el mejor de los casos la respuesta es “quiero trabajar en algo de lo mío”, haciendo mención a los estudios realizados o a la experiencia previa.

 
Cuando soy capaz de visualizar un futuro que me motiva y con el que me voy a comprometer, cambia todo.

 
Volvamos a poner un ejemplo.

 
Imagina que acabas de terminar de desarrollar la metodología de La Era de los Valientes y que tienes claro que te gustaría trabajar en una gran compañía dentro de un departamento específico. Es más, con el tiempo te gustaría alcanzar un puesto directivo en dicha empresa porque te gustaría liderar un equipo de trabajo y asumir responsabilidad.

 
Además tienes claro el plan a seguir. Sabes que para entrar en este tipo de empresas es necesario entrar en la base para después poder demostrar tu valía y con el tiempo ascender. Además, si pudieras elegir, te gustaría trabajar en un par empresas concretas en la que sabes que hay un clima laboral muy bueno.

 
La entrevista es para una tercera empresa del sector. Cuando estás en el despacho del responsable de contratación te ofrecen la posibilidad de trabajar en prácticas en un área de la que no tienes muchos conocimientos. La verdad es que no era lo que esperabas, pero piensas: “puede ser una oportunidad de adquirir una experiencia y formación en un área complementaria a la de mi formación académica. Además, es posible que en las otras empresas que me interesan valoren positivamente estas prácticas. Lo voy a aceptar”. Aceptas la propuesta de buen grado, das las gracias por la oportunidad y te comprometes a trabajar duro para demostrar tu valía.

 
Sin darte cuenta, en este segundo caso ya te encuentras en marcha para alcanzar tu objetivo laboral. La primera parada en el camino, estas prácticas. Al tener claro tu objetivo final y un plan que te permita alcanzarlo, has sido capaz de ver esta propuesta de prácticas como una oportunidad.